El trastorno de ansiedad generalizada

¿No eres capaz de controlar tus preocupaciones?

¿Te preocupas demasiado sobre diferentes cosas?

¿Posees conflicto para relajarte?

¿Estás tan desazogado, que te resulta difícil estar quieto?

¿Te sientes fácilmente irritado o disgustado?

Si tus respuestas a todas estas interrogantes fueron SI, entonces, Tú podrías tener un TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA sus siglas (TAG)

Según cifras establecidas por la organización mundial de la salud (OMS), EL TAGTrastorno de ansiedad generalizada, perturba alrededor del 5% de las persona a nivel mundial. Este trastorno se identifica por un esquema de intranquilidad y desazón habitual y perseverante, en relación a una multiplicidad de acontecimientos o prontitudes.

Si bien, las preocupaciones son parte de la vida cotidiana, si estas se apropian de nuestra vida, nos controlan e interfieren en nuestro desempeño, ya se trata de un trastorno.

Las personas con TAG pasan el día con una preocupación y tensión exagerada, aunque haya poca o nada que la provoque. Ellos anticipan el desastre y se preocupan en exceso por problemas de salud, económicos, familiares o dificultades laborales, en ocasiones la simple idea de afrontar el día ya les produce ansiedad.

¿CUANDO SE DIAGNOSTICA EL TAG?

Este se determina cuando un individuo se intranquiliza exorbitantemente acerca de una dualidad de problemas cotidianos, por al menos 6 meses. Las personas con TAG parecen no poder deshacerse de sus preocupaciones, aun cuando generalmente se dan cuenta de que su angustia es mucho más aguda de lo que la situación lo amerita. Sus síntomas están asociados a una serie de acontecimientos que ponen en riesgo y comprometen la salud, entre ellos podemos nombrar los siguientes:

• Preocupación alta y exagerada.
• Agitación.
• Tensión e irritabilidad superficialmente fuera de principio alguno o más intensa de lo que existiría sensato en ese contexto en lo personal.
• Problemas de concentración.
• Dificultad para concertar la siesta.
• Fatigabilidad o cansancio fácil entre otras.

Además de ello también pueden persistir algunos signos físicos presentados a través de:

• Temblores.
• Cefalea.
• Mareos y náuseas.
• Taquicardia.
• Agitación.
• Tensión muscular.
• Dolores o molestias.
• Dificultad para ingerir.
• Problemas estomacales.
• Hiperventilación.

Cuando el nivel de ansiedad de los individuos con TAG es leve, las personas pueden desempeñarse en su entorno social de manera normal y pausada y tener un trabajo. Sin embargo, cuando el TAG es severo, se les dificulta realizar hasta las tareas más simples de la vida cotidiana.

Los familiares y amigos de las personas con TAG también tienden a sufrir las consecuencias del trastorno. Surgen reacciones como el enojo o la incomprensión que deterioran significativamente las relaciones sociales en su entorno.

Según fuentes de investigaciones relacionados al tema, confirman que el TAG tiene un efecto domino, que va derrumbando cada aspecto de la vida, cada pieza puesta en fila, es un sin de problemas y preocupaciones, que al caer la primera pieza esta lleva consigo la siguiente, hasta derrumbar por completo la hilera; pero no todo está perdido, se puede levantar otra vez, pieza por pieza hasta superar el problema agobiante y empezar de nuevo, siempre alcanzando metas y olvidando por completo lo ocurrido.

El secreto para superar el TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA es siempre reconocer que se tiene el problema y buscar la ayuda en los lugares y personas correctas.