Son muchas las personas que tienen miedo de ir al dentista, de hecho es algo que no gusta a nadie. ¿Verdad?. Sin embargo muchas veces no queda más remedio que ir ya que tener una boca cuidada y sana no solamente es una opción estética sino también de salud.
Vamos a partir de la base que Juan (por decir un nombre) tiene que ir al dentista porque tiene una muela en mal estado y cada poco tiempo le duele, un dolor realmente fuerte que le hace pasarlo muy mal. Aún así el prefiere este dolor físico que enfrentarse a una visita con su dentista ( Fobia + ansiedad anticipatoria). Cuando no le queda otra se decide por ir, pero está muy asustado y cuando entra en la consulta está con un alto nivel de ansiedad. En ese momento una persona está constantemente pendiente de sus sensaciones (alimentamos la ansiedad), por lo que cualquier cosa puede hacer disparar las alarmas de nuestro cuerpo y desencadenar un ataque de ansiedad. Una vez en la camilla y con la boca abierta estas posibilidades aumentan mucho, y si bien es cierto que actualmente los tratamientos dentales son prácticamente indoloros (Si que son molestos), si estamos pendientes de cualquier dolor físico podemos hacer que nuestra mente los haga mucho más fuertes (¡Qué poderosa es la mente!). Seguramente lo que más duele en un dentista es el momento de la inyección, y que sirve para anestesiar la zona a tratar. Un pinchazo. Evidentemente se nota, pero no menos que un pellizco y muchisimo menos que ese dolor insoportable de muelas durante horas y horas. Lo que pasa es que estamos tan pendientes de ese pinchazo que somos capaces de convertir ese pinchazo en una auténtica masacre en nuestra boca.
Evidentemente eliminar el miedo irracional a un dentista es algo que no se supera de un día para otro, por lo que tendremos que ir familiarizándonos con el entorno hasta que nos vayamos sintiendo cómodos en esa situación, siendo recomendable que empecemos con tratamientos más ligeros, como una revisión o limpieza dental, y progresivamente nos podremos enfrentar con una mayor seguridad a otros tratamientos algo más complejos (que no dolorosos), tales como un empaste o una extracción.
Como siempre os enlazo una serie de recursos naturales que os ayudarán a reducir la ansiedad , y cuando más baja sea la ansiedad más seguridad en nosotros mismos tendremos para salir airosos de la situación.
Ataque de ansiedad en el dentista
Reviewed by fabricablogs
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enero 27, 2018
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