Y tu... ¿De qué te quejas?

Los que sufrimos de ansiedad tendemos a convertirnos en personas negativas y pesimistas, incluso en algunos casos intentamos creernos el ombligo del mundo y que somos los más desgraciados por padecer este trastorno. Evidentemente, y doy fe de ello después de convivir durante tantos con la ansiedad, se pasa muy mal especialmente cuando se vuelve crónica o generalizada, un momento en el que muchos aprovechan para tirar la toalla y que sea la ansiedad la que pase a controlar la vida de uno. ¿Verdad?. 

Es cierto que cada persona es un mundo y tiene una forma diferente de encajar los golpes que nos da la vida, así como también no podemos olvidar que la ansiedad suele darse en aquellas personas que son más sensibles o simplemente que no saben controlar sus pensamientos o ritmo de vida. Ahora me gustaría que leáis con mucha atención el siguiente texto recogido en un foro de Internet:

Sólo diré que tengo 23 años recién cumplidos y me acaban de diagnosticar mi quinta metástasis. El martes me operan.
Estoy ya muy debilitado físicamente y eso me afecta psicológicamente. Igual no está bien que lo diga, pero es lo que pienso: soy una persona fuerte y sobretodo tengo una inteligencia emocional exageradamente desarrollada. Eso me ha permitido pasar los últimos 10 años de mi vida contento y feliz de seguir vivo. He disfrutado de todo lo que el tiempo, el dinero y el cuerpo me ha permitido.
Pero veo cada día gente hundirse en la miseria por cosas que para mi son tonterías y que, si no me paro a pensar, me producen hasta rabia. Gente que no tiene dinero para unas vacaciones, que tiene que trabajar 9 horas al día o gente que ha tenido un desengaño amoroso con una pareja que tenía hace medio año. Creo que esta gente simplemente no ha vivido nada serio de cerca.
Ojalá pudiera pasar mi vida a una de estas personas pero sólo por un día. Para que viera lo que es vivir con medio pulmón menos, con los huesos hechos una mierda, con nervios paralizados, con dientes hechos polvo por la radioterapia, y lo que es peor: con la idea de que te estás consumiendo poco a poco.
Aun con todo lo que tengo me considero afortunado, porque tengo una vida y gente que me quiere. Veo por la tele niños hinchados, explotando y no de todo lo que han comido, sino de lo contrario.. y se me cae el alma a los pies. Ojalá mi cuerpo me diera permiso para hacer algo por esa gente, me iría allí y al menos podría ayudar a un par de ellos. Pero no es el tema; el tema es que si yo puedo disfrutar de la vida teniendo más problemas con 23 años que mucha gente en 50, por qué la gente se empeña en estar amargada? Quién me da permiso a mi para hundirme cuando hay un niño a punto de estallar por inanición? Algún personaje diría aquello de... "al loro, que no estamos tan mal".
En fin, sólo quería intentar hacer una reflexión y ojalá ayude a alguno de vosotros a quitarse alguna preocupación de la cabeza. Hace un tiempo vi una película chorra y pastelosa, pero dijeron una frase que se me quedó: "al final todo saldrá bien... y si no sale bien, es que todavía no es el final".
Es un buen lema para repetirse cada mañana, aunque no quite la realidad. Mi realidad es que no me veo vivo con 30. Pero hasta que pueda no me voy a hundir por tonterías.

Lógicamente la ansiedad no es ninguna tontería pero si que es un trastorno mental en el cual, a diferencia del chico del texto anterior, en nuestra mente, voluntad, constancia y lucha diaria está para conseguir reducir y eliminar los desagradables síntomas que nos produce la ansiedad en el día a día. Una vez más en tus manos y, sobretodo, en tu cabeza está la decisión de ser aquello que quieres ser o ser lo que la ansiedad y el miedo te permita. ¿Qué eliges?.